miércoles, 9 de mayo de 2007

En torno a "El pintor de batallas"

“La pintura, como la fotografía, el amor o la conversación, eran semejantes a esas habitaciones de hoteles bombardeados, con los cristales rotos y despojadas de todo, que sólo podían amueblarse con lo que uno sacaba de su mochila”.


La cita que abre este artículo está tomada de “El pintor de batallas”, un libro de Arturo Pérez-Reverte que me inspiró unas cuántas reflexiones en su momento. Reflexiones que vengo rumiando y que, con este artículo (el primero de una serie de dos o tres) iré desgranando por acá.

Leí “El pintor de batallas” durante las vacaciones de invierno del año pasado. Para el momento de tener el libro en mis manos ya había atravesado un duro primer cuatrimestre de cursada (¡el anteúltimo de la carrera!) y había presenciado la charla que había dado su autor en la Feria del Libro del 2006 para presentarlo.

De modo que al momento de comenzar a leer las primeras oraciones ya sabía yo con qué iba a encontrarme en cuanto al argumento (la idea básica, al menos). Si a eso sumamos que el ex corresponsal de guerra español tiene un estilo preciso sin por ello perder talento narrativo ni poético, podría decirse que tenía casi medio libro leído.
Para seguir leyendo el artículo, hagan click aquí.

No hay comentarios.: