martes, 10 de junio de 2008

Callen a Quique Wolf

No suelo mirar fútbol, mucho menos fútbol europeo. Pero la Eurocopa en curso me agarra en un horario justo para ver algún que otro partido.

Hoy le tocó el turno a España-Rusia. Un equipo que juega bien, y de contra, pero sin espíritu ganador contra un equipo voluntarioso, pero con muchísimas limitaciones (notorios los pases imprecisos.

Y en los comentarios, Quique Wolf. El hombre es una máquina de decir pelotudeces. Y encima, los hechos se encargan de desmentirlo.

Algunos de sus "lujos":

"No entiendo por qué saca al Niño Torres y pone a Cesc..."; el cuarto y último gol de España lo hizo Cesc. Obviamente.

"No recuerdo muchos tripletes en una Euro"; mientras la placa de estadísticas de la correcta transmisión europea se encargaba de recordarnos que el último fue en el 2000, cortesía del holandés Kluivert contra la extinta Yugoslavia.

"No es mucho lo que puede hacer Rusia"; e inmediatamente los de blanco descuentan con dos cabezazos seguidos en el área.

En fin...

domingo, 9 de marzo de 2008

A la orilla del río

Me fui unos días a San Pedro en carpa. Llevaba mucho tiempo sin pisar un camping, y tal parece que va a pasar bastante tiempo hasta que vuelva a hacerlo. La experiencia fue frustrante por varios motivos, pero lo cierto es que este post no tiene nada que ver con armar carpas, prender fogatas ni meterse en una bolsa de dormir. Este post es sobre los derechos que tenemos, o deberíamos tener, como ciudadanos.

En algún lugar (alguien que me ilumine dónde) leí una vez que las costas de los ríos son tierras públicas que no pueden ser enajenadas, su administración corresponde al Estado, y no a los privados. La lista de motivos para ello es larga, supongo, y se me vienen a la cabeza varios, como la seguridad del territorio, el contrabando. En fin, ustedes son más inteligentes que yo y seguramente encontrarán varios otros motivos.

Se supone, entonces, que una ciudad que linda con el Río Paraná no debería tener privatizadas sus costas. Bueno, San Pedro las tiene. Exceptuando un muellecito endeble en una zona no apta para nadar (y si consideramos que las aguas locales están contaminadas, tampoco para pescar, aunque muchos lo hagan), no hay un sólo trecho de río en la ciudad al que se pueda acceder libremente. Hay clubes y campings que te cobran entrada, y uno de ellos, ni siquiera permite el acceso al público general (sí a sus socios, claro).

Puede parecer estúpido, pero me chocó mucho encontrarme con eso. Ya el sistema de carpas y balnearios en la costa me parece muy perverso, pero esto terminó de decepcionarme.

Digo.

viernes, 7 de marzo de 2008

Viejo choto

"Tenés que ayudarlo a Vitale con una entrevista en inglés", me soltó Roque, casi a quemarropa, a modo de saludo tras mis dos semanas de vacaciones. "Es con un tipo... un boludo... Ozzy Osbourne, ¿lo junás?", me tiró riéndose mientras me explicaba que él no podía, porque tenía que hacerla para otro medio.

Me apuré a dejar mis bártulos y empecé a preparar las cosas del día, ganando tiempo antes del momento de "la telefónica". Me llamó Cristian Vitale y quedamos en que me mandaba las preguntas por mail, para que yo las fuese traduciendo y después las revisábamos juntos.

Momento de la entrevista. Primero, la espera de rigor en línea, para que Osbourne termine con el colega que tiene turno antes que nosotros. Y, tras unos 15 minutos de espera, el tipo que ronda los sesenta, aunque parece mucho más, finalmente aparece. Tiene la voz arruinada como en su reality y en esa ruina se adivinan las arrugas que le plagan la cara (y que la tv no puede disimular).

Es tan amargo como su voz, y se nota que no disfruta andar dándole entrevistas a estos medios de las pampas. Su muletilla para evadir las respuestas es "I don't know". Hasta elige negar que compuso temas de Black Sabbath que, los créditos indican, son de su autoría. Roque Casciero, después, me comentará que aunque más afortunada, su entrevista tampoco fue muy satisfactoria.

15 preguntas en casi 7 minutos. Poca respuesta da el rockstar y yo no encuentro cómo sacarle más parla. Es de esos que no deja mucho lugar a la repregunta, y para peor, el tipo está tan destruido que cuando se digna a responder, la mitad de su respuesta es ininteligible. Finalmente llego a la pregunta 18 de las 19 que preparó Vitale. En rigor, es la 19, pero cambiamos la 18 para el final, por ser algo más fuerte y potencialmente molesta para el entrevistado.

La respuesta igual es violenta. "I won't answer that, IT'S FUCKING STUPID!" ("No voy a responder eso, ¡es *fucking* estúpido!"). Y corta. Inmediatamente aparece alguien de la productora pidiendo disculpas en un inglés bastante más claro que el del fundador de Black Sabbath.

¿La pregunta 18? "¿Es verdad que no le pagó a algúnos músicos que tocaron para usted?"

Desgrabo la (corta) entrevista y la traduzco para Vitale. El jueves me encuentro con una amable sorpresa de su parte: puso la firma en conjunto aunque -sinceramente-, no creo haber hecho demasiado por la nota, que pueden ver aquí. Como toca a los pasantes, el nombre va al final. Pero vale igual. Gracias, Cristian.

¿Osbourne? Un viejo choto al que ya se le pasó su cuarto de hora.

martes, 19 de febrero de 2008

Me debo a mi público

Unos cuántos me preguntaron para cuándo el regreso del blog. Supongo que las 10 palabras que anteceden esta oración responden las preguntas. Y sí, es un gusto estar de nuevo con ustedes.

¿Dónde estuve metido todo este tiempo?

La respuesta sencilla es "trabajando". El diario, la trading y las dos revistas me mantuvieron suficientemente ocupado como para limitar mis ganas de dedicarme a escribir (o a pensar qué escribir).

Dejando de lado los temas sentimentales (que me niego a tratar en el blog), ¿qué otras cosas ocupan en este momento la cabeza del dragón?

* Mis semi-vacaciones, que me posibilitan volver a poner en marcha este espacio. 15 días lejos del diario deberían ser suficientes para encontrarle otra vez cierto ritmo a esto. Eso sí, el viernes rajo para San Pedro, así que volveré recién el miércoles.

* Cine y música: por un lado decidí ponerme al día con un montón de pelis que no vi; por otro, me anduve consiguiendo un buen montón de música francesa y rock indie británico. Además, muy para mi sorpresa, me enganché escuchando a Andrés Calamaro, cuyo último disco me parece espectacular.

* Mordheim: sigo jugando ese maldito (y adictivo) juego de miniaturas con la barra gamer. Está por terminar una campaña, y en cuanto el Enano la gane, empezaremos otra.

* Los planes para, finalmente, independizarme. Van marchando. Queda ajustar algunos detalles, pero van marchando.

* El gimnasio. Finalmente me rendí y hoy empecé el gimnasio. Qué se le va a hacer, hasta tanto tenga tiempo para retomar tiro con arco, habrá que tirar con esto.

Suficiente resumen. Para los posts que siguen iré mechando algunos pensamientos con copias de las notas más interesantes que haya publicado en el diario, agregándoles algún comentario y/o anécdota al respecto.

Damas, caballeros, un gusto volver a encontrarlos.

miércoles, 13 de junio de 2007

¡Quiero mi (segunda) cazuela!

Estoy indignado con los cineastas argentinos. Pero no por su producción artística (que de cualquier manera no siempre me parece lo sobresaliente que se la pinta en algunos medios), sino por otro motivo.

Me explico: hoy fui a la presentación del VII Festival de cine de temática sexual. Lo de siempre: proyección de trailers, algunos cortos, conferencia de prensa llena de gente ajena a la prensa y... refrigerio luego. Claro, era la una del mediodía y el hambre picaba. Lo que no esperaba era ver al conjunto de cineastas cuyos cortos o mediometrajes iban a ser exhibidos EMBOSCAR (literalmente) a las dos pobres chicas que servían unas (riquísimas, vale decirlo) cazuelitas. Muchachos, un mínimo de dignidad, ni siquiera eran cazuelas de mariscos. Había que verlos operar en grupitos de entre cuatro y seis colocándose tras la puerta de la que surgían mágicamente ambas chicas que no llegaban a dar tres pasos para tener que volverse a la cocina.

Y yo mirando la escena mientras esperaba que el director del festival dejara de hablar con una colega. Al menos pude probar una cazuelita, merced a la gentileza de la encargada de prensa (gracias, Denise-no-recuerdo-tu-apellido) quien se la incautó a su asistente (perdón, Maite-no-recuerdo-tu-apellido) quien a su vez se la llevaba a alguien más.

Fea la actitud, chicos.

lunes, 11 de junio de 2007

Semana

No había pensado el blog como un espacio para comentar mi vida privada, pero la ocasión amerita algún desliz de esos que ayudan a poner las cosas en perspectiva. Ha sido ardua esta que terminó ayer (sí, para mi las semanas terminan los domingos).

Repasemos: una desilusión (el lunes), dos amigas que se esfumaron cuando las necesitaba (el martes), mascota nueva (miércoles), un contrato (jueves), un cheque (jueves), una primera nota en el diario (suerte de regalo del día del periodista -jueves/viernes), una cerveza con un amigo (viernes) y un pésimo torneo de tiro con arco (domingo) para cerrar el score.

Todavía no decido si el balance es positivo o no, pero bueno. Hay suficiente a cada lado de la balanza. Y en definitiva, uno no puede acusar a los amigos, sabe con qué bueyes ara, los toma o los deja. El resto... el resto (mujeres, cerveza, trabajo, deporte) va y viene.

Agitada la cosa, ¿no? En el medio, desde ya, sigo laburando bastante y no le puedo dedicar a estos bytes todo lo que me gustaría. Soon.

jueves, 7 de junio de 2007

Feliz día, colegas

A los colegas que leen este blog, les quiero desear un feliz día. Iba a hacerlo desde casa, pero llego tarde y tengo miedo de que se me pase la hora.

Espero hayan recibido saludos de gente a la que aprecien y algún regalo interesante.